domingo, 4 de octubre de 2009

Varices en el corredor





















Al no circular bien la sangre, los músculos ante un esfuerzo físico se ven limitados porque la oxigenación no es la adecuada a causa de los problemas de irrigación, lo cual se traduce en menor rendimiento deportivo, que se percibe sobre todo, en casos de varices severas.


Las venas son conductos tubulares que tienen en su interior válvulas, y llevan la sangre de retorno al corazón. En las venas localizadas por encima del mismo (cabeza), no hay problemas, ya que la sangre retorna por la fuerza de la gravedad.

Sin embargo, en las venas por debajo del corazón, en los miembros inferiores, deben vencer a la fuerza de la gravedad, lo cuál lo logra gracias a diversos mecanismos, que juntos, permiten el retorno venoso.

Curiosamente, la práctica deportiva, lejos de ser siempre un beneficio, puede ser responsable de una enfermedad venosa en el 85% de los deportistas de alto nivel, teniendo el 80% de ellos menos de 23 años.

Esta situación de la práctica deportiva se produce por tres causas principales:

Al existir un incremento del gasto sanguíneo por la necesidad de los músculos por el aumento de la actividad física, también se incrementa el retorno de la sangre al corazón, es decir se produce una sobrecarga funcional del retorno venoso.

Los golpes producen a veces un hematoma y un edema, es decir hinchazón, localizados, que en ocasiones se asocian a trombosis (formación de coágulos de sangre en el interior de un vaso sanguíneo), lo que de por si no da lugar a una insuficiencia venosa grave, pero predispone a que se elongue y dilate la pared venosa.

Los deportes que se practican mediante saltos continuos, provocan golpes con aumento de presión en el interior de la vena, lo que lleva a la destrucción escalonada de las válvulas. Es por eso que es aconsejable utilizar medias de elastocompresión graduada, diseñadas para deportes.

En la mayoría de los deportes que se practican en la actualidad participan por lo menos dos de estos factores.

Sin embargo deportes como la natación, la marcha a paso vivo, o grandes pasos, el golf, la práctica de esquí, la bicicleta, pero no de competencia, pueden practicarse sin reparo alguno.
Todas estas actividades deportivas antes mencionadas son beneficiosas para el retorno venoso, si se realizan dos o tres veces por semana durante no más de una hora por vez.

Las várices, son venas tortuosas, dilatadas, con sus válvulas alteradas, con trayectos ondulantes, que en lugar de permitir el retorno venoso hacia el corazón, lo dificultan, logrando sólo que la sangre retorne al pie. Esta situación se denomina reflujo.

Toda dilatación de la vena lleva mayor cantidad de sangre poco oxigenada. Por lo tanto en aquellos deportistas que tienen problemas de tipo venoso, su retorno venoso, que es llevar la sangre desde la punta de los dedos hacia el corazón se va a ver de alguna manera alterado, va haber mayor cantidad de sangre poco oxigenada y por lo tanto va haber mayor sensación de cansancio a nivel muscular. Especialmente en aquellos atletas que hagan alta competencia y que utilicen mucho sus piernas van a tener posibilidades de tener sensaciones de cansancio y de calambres mucho más que una persona normal.

Aquellos deportes que requieren un golpe fuerte sobre una superficie dura, como los aeróbicos de alto impacto o el básquet, o que resulten altamente competitivos predisponen a los deportistas a sufrir estos inconvenientes.

El deportista en general y que utiliza mucho sus piernas tiene un desarrollo muscular que lleva asociado un desarrollo venoso. Uno ve muchas veces deportistas que tienen las venas dilatadas sin que sean varicosas. Obviamente que muchas veces la diferencia entre una vena dilatada por realizar deportes extremos y una vena varicosa la tiene que realizar el médico. La ciencia, a través de un estudio con ecodopler colabora con los profesionales.

Se les hacen estudios con ecodopler, que es un estudio para determinar el flujo sanguíneo venoso y la dirección del flujo sanguíneo. A partir de ahí se determinan cuáles son las venas que están enfermas y selectivamente se las opera, y realmente el resultado posterior ha sido realmente muy bueno porque estos pacientes han alcanzado rendimientos mucho más óptimos que los que tenían con piernas con várices.
Se debe comer sano y variado, no permanecer de manera prolongada en posición de pie, evitar las fuentes de calor excesivo, la calefacción a la altura de las piernas, la excesiva exposición al sol, los baños muy calientes y no elegir ropa ajustada.

Se puede mejorar muchas veces con compresión elástica, con medicamentos flebotónicos, con una serie de ejercicios se puede mejorar la eficiencia. Y en el caso que ya existan venas realmente varicosas, que de alguna manera están alterando la hemodinámica de la pierna, mediante estudios como el ecodopler se puede realizar algún tipo de operación selectiva".

El sistema venoso superficial de los miembros inferiores está formado por la vena safena interna y la externa.

En esta imagen se pueden ver las válvulas. Aquí el corte que le dan a la safena y aquí como la sacan sin lesionar tejidos.

En caso de necesidad quirúrgica, hoy día se hacen de otra forma distinta a la mencionada más arriba:

Microcirugía venosa: permite por incisiones mínimas, de 2-3mm., remover las venas enfermas, no requiriendo puntos y reduciendo, notoriamente el trauma de los tejidos. A los 3-4 meses de realizado el procedimiento, el resultado, no sólo funcional, sino el estético, son excelentes.

Este método se realiza ambulatoriamente, y bajo anestesia local, lo que significa que 15 minutos luego de finalizado, (puede durar entre 1 y 2½ horas), el paciente esta en condiciones de retornar a su trabajo, hogar u actividad deportiva incluida. Utilizará una venda o media de compresión graduada, por 24 a 72 horas, según criterio médico. Se puede ver en este esquema como se extraen las varices.

Nadar, caminar y andar en bicicleta son actividades ideales para aquellas personas con dolencias venosas, pero no reemplazan a los tratamientos médicos específicos. Por eso siempre lo más aconsejable es consultar con un profesional.

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VARICOCELE


Consiste en la presencia de dilataciones varicosas (varices) en las venas que drenan la sangre de los testículos.
Es bastante frecuente pero no en todos los casos necesita tratamiento. Se da en un 8-22% de los varones en la población normal y en el 11-39% de los varones que consultan por infertilidad.

En general se debe a que la vena espermática, que recoge la sangre de las venas del testículo, presenta una anomalía y hace que por reflujo la sangre circule más lentamente por estas venas.

Es mucho más frecuente en el testículo izquierdo (78-93% de los casos). Esto es debido a que la vena espermática izquierda desemboca en la vena renal izquierda en vez de en la cava como hace la derecha. Esto favorece el reflujo.

Síntomas

Muchas veces puede ser asintomático y se descubre casualmente por otro motivo. Los síntomas más frecuentes son:

Aumento del tamaño del escroto.
Pesadez o dolor en el testículo, sobre todo al estar de pie.
Infertilidad.

En casos de varicocele importante el testículo afectado puede estar disminuido de tamaño respecto al otro.

Diagnóstico

Aparte de una historia clínica detallada, al explorar los testículos, es importante explorarlos en bipedestación ya que es así como se detecta más fácilmente. La ecografía doppler resulta de utilidad para completar el diagnóstico.

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La Intervención